22 de julio de 2011

Unas palabras sobre la sociedad del espectáculo, El fuelle


En la revista El Fuelle, órgano de expresión de las Juventudes Anarquistas (FIJA), podemos encontrar un interesante artículo titulado "Releyendo a Debord y su sociedad del espectáculo".
A nivel general nos expone a grandes rasgos un analisis del pensamiento de Guy Debord y de su libro más conocido "La sociedad del espectáculo" exponiendo lo que para el autor es lo más característico de su pensamiento y de la la validez de ciertas ideas sobre otras. Os pongo un fragmento del artículo para que lo consigáis en cuanto lo veais.

Capitulo II. la mercancia como espectáculo (o la realidad mercantil)
    
La actualidad está marcada por la preponderancia de la producción sobre el uso del producto. Las multinacionales fabrican sin cesar millones de vehículos al día y su eficiente aparato propagandístico (ligado evidentemente al estatal, de todos los estados, totalitarios o no) es capaz de que las personas consumamos ese producto, aunque no lo necesitemos. Somos consumidores de ilusiones, no de productos, por lo que una vez comprado el vehículo, la batidora o el collar, la sensación de bienestar desaparece, germinando en su lugar el bienestar por la apariencia en algunos casos (cuando enseñamos nuestro flamante BMW a nuestros supuestos amigos).



  La mercantilización de la vida es un producto consciente, que deriva de la necesidad del propio sistema de poder para aumentar los beneficios y la producción. La tecnología podría haber desplazado a los obreros fuera de a capacidad de consumo, pero en la integración de éstos en la distribución de la mercancía estaba la solución del sistema integrado de alienación y explotación (combinación de capitalismo de Estado y capitalismo burgués): ahora los "obreros" pueden consumir los productos que fabrican (incluyendo el tiempo), eso sí, sin tener ninguna conexión real con ellos ni con su utilidad, ya que otro modo no sería posible mantener a alguien produciendo siempre la misma palanca de cambios para el mismo tipo de coche (el cual seguramente nunca llegará a conducir). No es de extrañar, por tanto, que las mercancías que compramos no valgan lo que cuesta elaborarlas, como en el caso evidente y flagrante de los productos agrícolas que nos llegan desde lejanos lugares del planeta.

     Hemos de darnos cuenta, por lo tanto, que gran parte de lo que "fabricamos" a día de hoy para las multinacionales y para los estados, ya sea, materiales o el propio tiempo, no nos servirá de nada en el futuro, como de hecho no nos sirve hoy día. Hemos de recuperar la relación que deberíamos mantener con lo que producimos para adecuar nuestros esfuerzos a cubrir todas nuestras necesidades.[...]

21 de julio de 2011

Del nuevo ídolo, Así habló Zaratustra

No podemos decir que Así habló Zaratustra sea un libro fácil de leer o de fácil comprensión, pero si nos embarcamos en su lectura podremos encontrar párrafos o capítulos enteros dignos de mención. Personalmente este es uno muy bueno. Espero que os guste!
En algún lugar existen todavía pueblos y rebaños, pero no entre nosotros, hermanos míos: aquí hay Estados.
¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abrid los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos.
Estado se llama al más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo el Estado, soy el pueblo”.
¡Es una mentira! Creadores fueron quienes crearon los pueblos y suspendieron encima de ellos una fe y un amor; así sirvieron a la vida.
Aniquiladores son quienes ponen trampas para muchos y las llaman Estado: éstos suspenden encima de ellos una espada y cien concupiscencias.
Donde todavía hay pueblo, éste no comprende al Estado y lo odia, considerándolo mal de ojo y pecado contra las costumbres y los derechos.
Esta señal os doy; cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal: el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado un lenguaje en costumbres y derechos.
Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente - y posea lo que posea, lo ha robado. Falso es todo en él; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas.
Confusión de lenguas del bien y del mal: esta señal os doy como señal del Estado. ¡En verdad voluntad de muerte es lo que esa señal indica! ¡En verdad, hace señas a los predicadores de la muerte!
Nacen demasiados: ¡para los superfluos fue inventado el Estado!
¡Mirado cómo atrae a los demasiados! ¡Cómo los devora y los masca y los rumia!
“En la tierra no hay ninguna cosa más grande que yo: yo soy el dedo ordenador de Dios” - así ruge el monstruo. ¡Y no sólo quienes tienen orejas largas y vista corta se postran de rodillas!
¡Ay, también en vosotros los de alma grande susurra él sus sombrías mentiras! ¡Ay, él adivina cuáles son los corazones ricos, que con gusto se prodigan!
¡Si, también os adivina a vosotros los vencedores del viejo Dios! ¡Os habéis fatigado en la lucha, y ahora vuestra fatiga continúa prestando servicio al nuevo ídolo!
¡Héroes y hombres de honor quisiera colocar en torno a sí el nuevo ídolo! ¡Ese frío monstruo - gusta de calentarse al sol de buenas conciencias!
Todo quiere dároslo a vosotros el nuevo ídolo, si vosotros lo adoráis: por ello se compra el brillo de vuestra virtud y la mirada de vuestros ojos orgullosos.
¡Quiere que vosotros le sirváis de cebo par pescar a los demasiados! ¡Sí, un artificio infernal ha sido inventado aquí, un caballo de muerte, que tintinea con el atavío de honores divinos![...]

15 de julio de 2011

La justicia, la ley y lo justo

CREONTE[...]pero tú dime brevemente, sin extenderte; ¿sabías que estaba decretado no hacer esto?
ANTÍGONA.Si, lo sabía: ¿cómo no iba a saberlo? Todo el mundo lo sabe.
CREONTE. Y, así y todo, ¿te atreviste a pasar por encima de la ley?
ANTÍGONA.No era Zeus quien me la había decretado, ni Dike, compañera de los dioses subterráneos, definió nunca entre los hombres leyes de este tipo. Y no creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza como para permitir que solo un hombre pueda saltar por encima de las leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que aparecieron. No iba yo a atraerme el castigo de los dioses por temor a lo que pudiera pensar alguien: ya veía, ya, mi muerte –y cómo no?—, aunque tú no hubieses decretado nada; y, si muero antes de tiempo, yo digo que es ganancia: quien, como yo, entre tantos males vive, ¿no sale acaso ganando con su muerte? Y así, no es, no desgracia, para mi, tener este destino; y en cambio, si el cadáver de un hijo de mi madre estuviera insepulto y yo lo aguantara, entonces, eso si me sería doloroso; lo otro, en cambio, no me es doloroso: puede que a ti te parezca que obré como una loca, pero, poco mas o menos, es a un loco a quien doy cuenta de mi locura.[...]
 
                                                                                                                                                                     Antígona, Sófocles

Es un error extendido le considerar que al estar uno en contra de las leyes impuestas está por lo tanto en contra de la justicia. Heri-David Thoreau (1817-1862) escritor, filosofo, activista anti esclavista y promotor de la acción no violenta. Nos habla un poco de ello en su libro Desobediencia civil y otros escritos.

 Nadie es justo gracias a la ley

Yo creo qye debiéramos ser hombres primero y ciudadanos después. Lo deseable no es cultivar el respeto por la ley, sino por la justicia. La única obligación que tengo derecho a asumir es lla de hacer en cada momento lo que crea justo. Se ha dicho y con razón que una sociiead mercantil no tiene conciencia; pero una sociedad formada por hombres con conciencia es una sociedad con conciencia. La ley nunca hizo a los hombre más justos y, debido al respeto que les infunde, incluso los bienintencionados se convierten a diario en agentes de la injusticia. Una consecuencia natural y muy frecuente del respeto indebido a la ley es que uno puede ver una fila de soldados: coronel, capitán, cabo, soldados rasos, artilleros, todos marchando con un orden admirable por colinas y valles hgacie el frente en contra de su voluntad !sí¡ Contra su conciencia y su sentido común, lo que hace que la marcha sea más dura y se les sorecoja el corazón. No dudan que están involucrados en una empresa condenable; todos ellos son partidarios de la paz. Entonces ¿qué son: hombres, o por el contrario, pequeños fuertes y polvorines móviles al servicio de cualquier mando militar sin escrúpulos?


Ahora bien, ¿qué podemos considerar por justicia?¿cómo establecemos lo justo y lo injusto?
para ello tendrémos que remontarnos a lo más fundamental de las bases sociales, en esa tarea  podemos citar a Epicuro (341 a.c.-271 a.c.) y sus Máximas capitales.

Breve teoría del contrato

XXXI. La justicia fijada por la Naturaleza es la piedra de toque de la conveniencia de no perjudicar ni ser perjudicado uno por otro. 
XXXII. Todos los seres vivos son incapaces de no tomar acuerdos, de no perjudicar ni ser perjudicados unos por otros, no tienen nada injusto ni justo, y ocurre exactamente igual a todos los pueblos que no son capaces o no quieren tomar acuerdos de no perjudicar ni ser perjudicados unos por otros.
XXXIII .La justicia vista en sí misma no es nada sino un pacto de no perjuicar ni ser perjudicado en ningún momento en los tratos entre unos y otros y que afecta a la extensión de espacio que sea.