Para continuar con el objetivo de fomentar la cultura y el conocimiento, no solo de ideas sino también de hechos y personajes, escribimos aquí un pequeño y resumido análisis de una época de España sumergida prácticamente en el mito, el desarrollo económico del Franquismo. Con esto queremos empezar a dar más luz sobre un hecho que unos defienden e ignoran y otros atacan pero dan por hecho. A unos y otros está dedicado este artículo, primero de una serie de 3 divididos en 1939-1950, 1950-1959 y 1959 - 1973
Parte I, el primer franquismo, la larga posguerra y la autarquía (1939-1950)
Para empezar debemos señalar que uno de los factores imprescindibles para ganar la guerra por parte del bando nacional fue el apoyo recibido tanto geográficamente (Portugal) como armamentísticamente (Alemania e Italia). Los nacionales llevaron a cabo una política distinta a la republicana para financiar la larga guerra que vendría después de la sublevación. En el caso de estos la solución fue endeudarse con los países del eje que le prestaron armamento y tropas y en el caso de los segundos fue un pago en el momento por material bélico (a la URSS).
Una vez que el bando nacional se hizo con la victoria después de 3 años de guerra, se encontró con un panorama poco alentador, cientos de miles de muertos, otros tantos cientos de miles emigrados, medios de transporte y ciudades destruidas además de una inmensa deuda a pagar a los países antes mencionados.
-Mención tiene la supuesta neutralidad aliada ante el conflicto, que solo supuso el aislamiento económico y militar de la república y el comercio con el bando nacional.-
Los primeros meses del franquismo se caracterizaron por los intentos del nuevo gobierno de invertir todo lo conseguido en la época tanto republicana como revolucionaria (de algunas zonas) se intentó devolver a los antiguos propietarios las tierras y fábricas colectivizadas (cuestión como poco “oscura” pues muchos antiguos propietarios nunca volvieron a ver sus tierras y en cambio otros muchos colaboradores de la sublevación se vieron con tierras nuevas...), además, como primeras medidas, se prohibieron los sindicatos no vinculados al gobierno y los salarios pasaron a ser fijados por el Ministerio de Trabajo.
Este ultimo cambio provocó un aumento desmedido del salario nominal pero no del salario en comparación al nivel de precios (que no llegaba a los niveles de 1936), la progresiva disminución de la capacidad de compra de la población llevo a gastar la mayoría de la renta en bienes de primera necesidad y, como consecuencia de ello, la economía terminó plegándose a una producción de bienes que daban poco margen de beneficios. Como segunda consecuencia de la caída de los salarios los empresarios decidieron utilizar más mano de obra obrera que máquinas, con la consecuente caída de la producción y una bajada aun mayor de los salarios (poca cualificación en el mercado capitalista provoca que seas fácil de sustituir y por lo tanto barato en costes).
Una de las consecuencias que más recordarán las personas que tuvieron que vivir esos años es la progresiva agrarización de la población, la gente se iba a donde estaba la comida para tener más posibilidades de llegar a ella.
La vuelta al campo combinado al bajo salario y la incapacidad de acceder a maquinaria importada (por prohibición gubernamental) provocó que el sistema agrario en España retrocediera a niveles de la primera revolución industrial (primer tercio del siglo XIX), la economía de la mula y el carbón.
Es por esta situación que en esta época se crean RENFE (por escasez de vehículos) y ENDESA (por la falta de electricidad y petróleo).
Recordemos que en estos años aún se temía que España fuera invadida por los aliados y que aun resistían los maquis a la muerte fascista, por lo que que el gasto público en defensa fue bastante alto hasta ya iniciada la guerra fría (que España no entrara en la II guerra mundial como aliada del eje se debe en parte a la negativa de los banqueros pro-sublevación que se negaron a la financiación de una nueva guerra, no sin un precio claro, dicho precio fue recibido, repartido y fomentado por el empresario fascista Juan March de parte del gobierno británico).
Con este panorama podemos hacernos una idea de la terrible situación económico-social en la que se encontraba el Estado español, y no solo esto, sino que podemos empezar a dilucidar quienes fueron los beneficiarios de toda la matanza y la barbarie de la guerra civil. La respuesta viendo los datos económicos son claras, grandes industriales y la banca española, ellos fueron los grandes vencedores del conflicto, ahora veamos porque y luego seguiremos con la política autarquica del régimen.
El primer tercio del siglo XX perteneció económicamente a una serie de compañías extranjeras o de capital medio extranjero medio nacional, la mayoría de estas eran compañías de ferrocarriles, hidroeléctricas y de telefonía (Telefónica). Una vez comenzada la guerra todas ellas se vieron afectadas en mayor o menor grado, dando como consecuencia la progresiva disminución de su valor ( lo que los empresarios españoles y en mayor medida los bancos no tardaron en sufrir). Ahora bien, las compañías ferroviarias eran las que más capital español tenían, y para Franco era importante que una compañía no solo fuera de capital español sino que también fuera una compañía pública. ¿Que se hizo entonces con estas viejas glorias de la industria?(que aun podían dar cuantiosos beneficios):
·Compañías ferroviarias: los bancos españoles tenían la mayor parte de su capital por lo que se veían en un aprieto, la solución del gobierno fue pagarles a estos por las acciones el precio de cuando estas fueron adquiridas (tremendamente mayores de lo que valían en realidad). Así se mató dos pájaros de un tiro, se nacionalizó el ferrocarril (RENFE) y se dio una cantidad ingente de dinero a los bancos (propiedad de grandes empresarios a los que el régimen les debía más de un favor) aquí es donde nace el “poder de la banca” tan tristemente famoso en el caso español.
·Compañías hidroeléctricas: el caso más famoso fue el de Barcelona Traction, presionada por el gobierno y su política de no poder sacar los beneficios al exterior, no importar maquinaria y un sin fin de papeleos, llevó a sus inversores a bajar el precio de las acciones a prácticamente el precio de coste. Fue en ese momento en el que apareció el ya conocido Juan March, obteniendo a un precio de risa una compañía que le daría gigantescos beneficios y que “sospechosamente” ya no sufrió presiones gubernamentales.
·Compañía de telefonía: Telefónica pasó a llamarse Empresa Nacional Telefónica de España cuando el gobierno compró la empresa a ITT (empresa estadounidense) dando así a una de las más importantes empresas públicas de España hasta bien entrado los años 90.
Para hacernos una idea de cuan costosa y larga fue la posguerra en términos económicos podemos tener en cuenta del dato del PIB per capita, que en España no volvió a niveles de 1935 hasta 1953. Aunque en términos sociales aún podemos ver que no se supera la larga posguerra.
Esta etapa del primer franquismo viene definida por dos políticas económicas estrechamente ligadas, la autarquía (búsqueda de una autosuficiencia económica pero con bases normalmente capitalistas) y el intervencionismo estatal en la economía.
La intervención sobre los precios tuvo unas consecuencias especialmente nefastas para la población civil, los agricultores estaban obligados a vender ciertos tipos de cultivo al organismo interventor de turno (un ejemplo es el Servicio Nacional del Trigo). Estos organismos dictaban la producción y la superficie a producir, lo que tuvo como consecuencia una disminución de la producción, un estancamiento técnico y el surgimiento del conocido mercado negro (donde los precios eran muy superiores a los establecidos por el gobierno, algunos como el pan llegaban a variar un 700%). Esta situación de escasez ficticia dio como resultado las cartillas de racionamiento (1939-1951).
En cuanto a la autarquía, se seguía el modelo Italiano y Alemán fascista, estaba prohibida la importación sin un papeleo enorme antes, prácticamente se prohibió la inversión extranjera y un largo etcétera que llevo al comercio exterior a niveles del siglo XIX.
Si bien la gran mayoría de la población sufrió esta situación, hubieron quienes se lucraron mucho con ella. Los grandes empresarios que gozaban de contactos con el gobierno conseguían una cantidad por encima de la correspondida a precio oficial para luego revenderla en el mercado negro (además de conseguir fácilmente las pocas licencias de importación que se daban).
En estos momentos (mediados de los años 40) fue cuando el Estado franquista creó una de las organizaciones más importantes del régimen en materia económica, el Instituto Nacional de Industria (INI) encargado de crear empresas públicas en sectores que se consideraban estratégicos (material militar y producción energética). Fue responsable de la creación, entre otras, de ENDESA, ENHER y la fracasada Empresa Nacional Calvo Sotelo (ENCASO*).
Por otro lado, la situación política no era mejor, el Estado Español quedó marginado del resto del mundo desde el veto diplomático realizado por la ONU en 1946 que duraría hasta 1950 (el cual no fue económico por oposición de EEUU y Reino Unido que veían aquí un potencial mercado). Fue esto lo que llevó al régimen a entablar negociaciones con la Argentina del dictador Perón. Estableciendo así el acuerdo Franco-Perón de 1948, que poco duraría por el impago de las deudas por parte de España.
En conclusión, esta primera etapa del franquismo está caracterizada por la miseria de la población, el evidente “pago de favores” realizado a altos empresarios nacionales y extranjeros y una situación de aislamiento económico y político del que no se saldría hasta principios de los 50.
De dicha época nos encargaremos en el siguiente artículo, mientras tanto, no estaría de más que os informarais sobre el tema, pues con el objetivo de ser claros y concisos nos hemos dejado mucho en la sala de montaje.
*Hay que hacer especial mención a esta empresa,su objetivo era el desarrollo y la utilización de petróleo sacado por procesos químicos de la pizarra, hasta 1950 había gastado 1/3 del dinero del INI pero no había conseguido ni siquiera un barril del supuesto “petroleo español” de Puertollano.
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