29 de abril de 2011

Unas palabras de Isaac Asimov

Asimov no era solo famoso por ser un gran escritor de ciencia ficción e historia, sino también por ser un gran pensador, preocupado mayoritariamente por la cuestión de la tecnología y el desarrollo de la humanidad.
Aquí os dejo un fragmento de una entrevista realizada en 1988 (mucho antes de que un ordenador fuera lo normal en los hogares del 1º mundo) donde el pensador plantea la cuestión de que estas máquinas podrían mejorar nuestro entendimiento del mundo y la calidad de nuestra educación a partir de las propia curiosidad del receptor de la información.
¿Y vosotros que pensáis?


Software libre, cooperación y teoría de juegos

Aquí hablamos constantemente de software libre, pero...¿de qué podría servirnos en la vida el  desarrollo de software libre? ¿qué enseñanzas se han sacado de su desarrollo? Aquí os dejo un texto de Miquel Vidal, que ha participado en varios proyectos a nivel nacional e internacional para el fomento del software libre y la libertad en la tecnología, como sindominio.net. Después de su lectura veréis que es posible sacar más de una enseñanza a la hora de relacionarse en organizaciones y grupos.
Esperamos que os guste!

Cooperación sin mando: una introducción al software libre

Actualmente y gracias al proyecto en torno al kernel Linux, el prin-
cipal modelo de desarrollo del software libre es el “modelo bazar”. Fue
descrito por Eric S. Raymond en su ya clásico La catedral y el bazar
(1997) y sin duda constituye una aportación singular en este capitalismo
de fin de siglo. Raymond contrapone el modelo bazar a un modelo de
producción de software al que denominó “modelo catedral”, basado
en la necesidad de un arquitecto al mando de un staff rígidamente
estructurado y jerarquizado y el estricto control de errores previo a la
publicación. A juicio de Raymond, el modelo catedral no sólo corres-
ponde a la industria del software propietario, sino a algunos de los
grandes desarrollos libres que ha avalado la FSF (Free Software Fundation).
Según Raymond, el modelo bazar de programación se resume en
tres máximas: 1) liberar rápido y a menudo; 2) distribuir responsabili-
dades y tareas todo lo posible, y 3) ser abierto hasta la promiscuidad
para estimular al máximo la cooperación. Incluso cumpliendo esas
máximas, no siempre es posible el modelo bazar: sólo puede darse en
un entorno de libertad, cooperación, comunidad y disponiendo del
código abierto. El bazar encuentra dificultad para producir cooperación
cuando se empiezan proyectos desde cero o cuando se ensaya en grupos
reducidos demasiado heterogéneos o con mucho desnivel de conocimientos[...]

A juicio de Raymond, el modelo bazar es mucho más eficaz y pro-
duce un software de mayor calidad con menor gasto de recursos, lo que
por sí solo ya justificaría la aplicación masiva del modelo en la industria
del software. Sin dejar de reconocer esto, la gente que sigue los postula-
dos de la FSF, insiste en que la calidad del código libre ha sido un ele-
mento “extra” y no es la razón de ser del software libre, ya que más
importante que la potencia y la fiabilidad técnica es la libertad, el bien
social y la comunidad autogestionada de usuarios y desarrolladores a
que da lugar, sin precedentes en ningún otro ámbito, que por primera
vez lleva la iniciativa y el total control tecnológico sobre lo que usa.
En todo caso, con bazar o sin él y más allá de su demostrado éxito
a nivel organizativo y técnico, el software libre desafía la lógica intere-
sada y mercantilista que parecía definitivamente asentada en lo social.

Alguien podría objetar que los procesos de cooperación no son una
novedad en el capitalismo avanzado y que de hecho son parte impres-
cindible del modelo de organización posfordista. Pero este último
precisa cooperación sujetada, orientada únicamente a la extracción de
beneficio, en ningún caso autodeterminada. La novedad que introduce
el software libre es que pone en funcionamiento un modelo de coopera-
ción sin mando. No hay intereses empresariales directos, es general
intellect puro, ingobernable y libre del mando. Es más, la ausencia de
mando, de control corporativo o jerárquico, parece condición sine qua
non: allí donde reaparece el mando –sea en forma de interés propieta-
rio, sea en su variante autoritaria–, el modelo se marchita, se agosta y
acaba por desaparecer. Como el pájaro bobo (el pingüino), sólo puede
vivir en libertad. Nadie da órdenes, nadie acepta órdenes. Y sin embar-
go, la gente se coordina, se organiza, hay gurús, “líderes”, gente que
dirige proyectos: pero es autoridad conferida, no es mando. Funciona
una especie de “economía del regalo”, en la cual se es más apreciado
cuanto más se aporta a la comunidad. Nadie puede exigir, no hay garan-
tía, no hay dinero como estímulo para el trabajo, aunque haya gente
que cobre por su trabajo o gane dinero mediante Linux, pues ninguna
objeción hay en la comunidad para que los hackers puedan ser remu-
nerados por su trabajo. Todo este “bazar” caótico de listas y grupos dis-
persos de voluntarios por Internet produce el mejor software, complejí-
simo software cuyo desarrollo no está al alcance ni de la empresa más
poderosa del planeta. Porque la comunidad del software libre es ya la
empresa de software más poderosa del planeta.

La teoría de juegos
¿Cómo es esto posible? ¿Por qué ganan las estrategias altruistas a
las egoístas en el software libre? ¿Por qué la gente no trata simplemen-
te de extraer el máximo beneficio económico como enseña el capitalis-
mo? ¿Por qué los pragmáticos no se limitan a tratar de aprovecharse y
en la práctica cooperan como el que más (aunque ideológicamente no lo
reconozcan)?
Desde la propia comunidad del software libre ha habido intentos de
explicar estos fenómenos a través de la teoría de los juegos.18 Y cierta-
mente, el clásico dilema entre “bien colectivo” versus “actitud egoísta”
es superado por un axioma que recuerda vagamente al “dilema del pri-
sionero” de la teoría de juegos: la cooperación es preferible también
desde una perspectiva egoísta. Y, al igual que sucede en el dilema del
prisionero, esto no siempre es evidente de primeras. Inventado hace
medio siglo por especialistas de la teoría de juegos, el “dilema del pri-
sionero” se utilizó para estudiar el concepto de elección racional y para
ilustrar el conflicto existente entre beneficio individual y bien colecti-

En la teoría de juegos tradicional, la estrategia ganadora es la lla-
mada Tit for Tat (“donde las dan las toman”): “sólo coopero si el otro
coopera”. Es también la más simple, se comienza cooperando en la pri-
mera jugada y después simplemente se copia el movimiento previo del
otro jugador. Los teóricos de juegos consideran que Tit for Tat reúne dos
rasgos que identifican a las estrategias ganadoras y que juntas la hacen
ganar en todas las pruebas realizadas por ordenador contra estrategias
mucho más sofisticadas y mas “sucias” (egoísmo no cooperativo): es
amable y es clemente. Una estrategia amable es aquella que nunca es la pri-
mera en ser egoísta. Una estrategia clemente es la que puede vengarse
pero tiene mala memoria, es decir, tiende a pasar por alto antiguas ofen-
sas (se venga inmediatamente de un traidor o egoísta, pero después
olvida lo pasado). No se olvide que es amable en sentido técnico, no
moral, pues no perdona en absoluto. Tit for Tat tampoco es “envidiosa”,
que en la terminología de Robert Axelrod significa que no desean más
recompensa que los demás y se siente feliz si el otro tiene el mismo pre-
mio que uno mismo (de hecho Tit for Tat, nunca gana un juego, como
máximo empata con su oponente): en el software libre significa desear
que todos tengan las mismas libertades de que dispone uno mismo. Que
lo más eficaz sea ser amable y clemente parecía desafiar todo sentido
común y constituyó toda una sorpresa para los matemáticos, psicólo-
gos, economistas y biólogos que han estudiado a fondo las diversas
estrategias de la teoría de juegos. Esta conclusión, que abrió una
nueva dirección de análisis, se ha confirmado una vez tras otra en los
estudios y torneos organizados[...]

De acuerdo a la teoría de juegos, los individuos del Tit for Tat, coo-
perando entre sí en acogedores y pequeños enclaves locales, pueden
prosperar hasta pasar de pequeñas agregaciones locales a grandes agre-
gaciones locales. Estas agregaciones pueden crecer tanto que se extien-
dan a otras áreas hasta entonces dominadas, numéricamente, por indi-
viduos egoístas que juegan al “Voy a lo mío”. A su vez, la cooperación
es un fenómeno que produce realimentación positiva: nadie que disfru-
te de los beneficios del software libre puede dejar de promover su uso.
Por eso la comunidad conserva cierto tono proselitista, además de por
una percepción más o menos generalizada de que la potencia y el futu-
ro del modelo depende muy directamente de que haya mucha gente
participando activamente en su desarrollo.
Sin embargo, el modelo Tit for Tat no caracteriza totalmente al
software libre, al menos no de una manera canónica. Por un lado, es
libre incluso para quienes no cooperan (esto le da valor ético, pero le
aleja del Tit for Tat). Por otro lado, aunque el copyleft permite que cual-
quiera se beneficie, no permite que nadie se lo apropie o que se use para
crear software propietario (esto le da valor pragmático y le aproxima al
Tit for Tat). La estrategia del software libre es “amable” y “clemente” a
la vez, pero –a diferencia del Tit for Tat– es capaz de asumir en su seno
estrategias egoístas sin necesidad de expulsarlas o vengarse de ellas
(salvo quizá en casos en que se percibe un verdadero peligro, como que
alguna empresa poderosa adoptase posiciones descaradamente egoístas
no cooperativas, por ejemplo vulnerando la GPL).

Junto a este planteamiento coexiste un acercamiento ético o altruis-
ta. Conviene no confundirlo con un altruismo de base moral, religiosa o
metafísica, sino de una ética materialista que considera la libertad y la
cooperación social el mejor modo de defender algo que es bueno para
todos y que encuentra otros estímulos diferentes al beneficio económi-
co. Dicho de otro modo, no se trata de una historia de “altruistas” y
“egoístas”, de “buenos” y “malos”, que como tantos otros dilemas
morales se han mostrado inoperantes por falsos: pero hay una cuestión
política de fondo muy importante que los diferencia claramente y es la
de si el software –y, en general, el saber humano– puede o no puede ser
privatizado. Mientras para el sector pragmático esto no es relevante,
para Stallman y quienes abogan por la visión ética esto es una cuestión
central e innegociable: el software, a diferencia de los bienes materiales,
no puede ser poseído, pues puede ser disfrutado por un número inde-
terminado de personas sin que por ello haya que privar a nadie de
tenerlo a su vez. Ese es el núcleo del dilema, de la diferencia, y el que
comporta acercamientos tan dispares al software libre.
La teoría de juegos funciona a nivel estadístico y se basa en estrate-
gias inconscientes de base algorítmica (las pueden ejecutar máquinas,
genes o seres humanos): no aplica pues criterios morales o finalistas ni
trata de dar cuenta de los casos particulares, ni de las motivaciones de
cada cual para cooperar o para ser egoísta, sino que nos ofrece algo más
sutil y valioso: la comprensión de un proceso y el cuestionamiento de un
mito capitalista y neoliberal, el del juego sucio y el “todos contra todos”,
el de que es mejor que cada uno vaya a lo suyo y solo se atienda a los
intereses privados. Las conclusiones de la teoría de juegos –pese a care-
cer de finalidad moral– nos ofrece un resultado optimista y alentador
para una ética materialista (no moralista ni religiosa). La teoría de jue-
gos y el software libre podrían ser la punta de lanza de un nuevo mito, el
mito de compartir, el de la cooperación y la ayuda mutua. Podría anun-
ciar la saludable idea de que incluso con individuos egoístas al mando,
y en palabras del biólogo Dawkins, “los buenos chicos acaban primero”.
No obstante, hay también razones para pensar que si el enfoque
pragmático, apolítico, también llamado “cooperación egoísta”, se acaba
imponiendo, dañará a la comunidad del software libre, que podría aca-
bar siendo recuperada por el capitalismo posfordista, del mismo modo
que recupera el general intellect (la cooperación y el saber social general)
y lo pone al servicio de la extracción de beneficio privado. Otros, sin
embargo, apuestan por la coexistencia de ambas tendencias, y piensan
que mientras la postura egoísta se avenga a cooperar dentro de las
reglas del software libre no habrá nada que temer. Ese debate lo abor-
daré en el siguiente epígrafe. Dicho de otro modo, no se trata de una historia de “altruistas” y “egoístas”, de “buenos” y “malos”, que como tantos otros dilemas
morales se han mostrado inoperantes por falsos: pero hay una cuestión
política de fondo muy importante que los diferencia claramente y es la
de si el software –y, en general, el saber humano– puede o no puede ser
privatizado. Mientras para el sector pragmático esto no es relevante,
para Stallman y quienes abogan por la visión ética esto es una cuestión
central e innegociable: el software, a diferencia de los bienes materiales,
no puede ser poseído, pues puede ser disfrutado por un número inde-
terminado de personas sin que por ello haya que privar a nadie de
tenerlo a su vez. Ese es el núcleo del dilema, de la diferencia, y el que
comporta acercamientos tan dispares al software libre.
La teoría de juegos funciona a nivel estadístico y se basa en estrate-
gias inconscientes de base algorítmica (las pueden ejecutar máquinas,
genes o seres humanos): no aplica pues criterios morales o finalistas ni
trata de dar cuenta de los casos particulares, ni de las motivaciones de
cada cual para cooperar o para ser egoísta, sino que nos ofrece algo más
sutil y valioso: la comprensión de un proceso y el cuestionamiento de un
mito capitalista y neoliberal, el del juego sucio y el “todos contra todos”,
el de que es mejor que cada uno vaya a lo suyo y solo se atienda a los
intereses privados. Las conclusiones de la teoría de juegos –pese a care-
cer de finalidad moral– nos ofrece un resultado optimista y alentador
para una ética materialista (no moralista ni religiosa). La teoría de jue-
gos y el software libre podrían ser la punta de lanza de un nuevo mito, el
mito de compartir, el de la cooperación y la ayuda mutua. Podría anun-
ciar la saludable idea de que incluso con individuos egoístas al mando,
y en palabras del biólogo Dawkins, “los buenos chicos acaban primero”.
No obstante, hay también razones para pensar que si el enfoque
pragmático, apolítico, también llamado “cooperación egoísta”, se acaba
imponiendo, dañará a la comunidad del software libre, que podría aca-
bar siendo recuperada por el capitalismo posfordista, del mismo modo
que recupera el general intellect (la cooperación y el saber social general)
y lo pone al servicio de la extracción de beneficio privado. Otros, sin
embargo, apuestan por la coexistencia de ambas tendencias, y piensan
que mientras la postura egoísta se avenga a cooperar dentro de las
reglas del software libre no habrá nada que temer. [...]


El texto de la catedral y el bazar entero:


28 de abril de 2011

Economía caníbal. La discriminación de precios

Seguramente muchos de vosotros os habréis fijado viajando en cualquier medio de transporte, de media-larga distancia, el hecho de que las clases (primera, segunda y tercera) son significativamente diferentes unas de otras y os habréis preguntado "¿Qué les costará aumentar un poco la calidad en esta lata con ruedas que es la 3º clase?", la respuesta amigos no es tan predecible como esperamos la gente de normal, en economía esto se conoce como "discriminación de precios", cobramos a unos una cantidad y a otros otra según sus características concretas (si bien hay 3 tipos de discriminación de precios). El ejemplo del transporte es algo que reflejaba muy bien el economista francés del siglo XIX Emile Dupuit:

"No es por los pocos miles de francos que tendría que gastar en poner un techo al vagón de tercera clase o en tapizar los asientos de tercera clase por lo que una u otra compañía tiene vagones abiertos con bancos de madera...Lo que trata la compañía es de impedir que los pasajeros que pueden pagar la tarifa de segunda clase viajen en tercera; perjudica a los pobres, no porque quiera perjudicarlos, sino para atemorizar a los ricos... Y es de nuevo por esta razón por la que las compañías, habiéndose mostrado casi crueles con los pasajeros de tercera clase y miserables con los de segunda, se vuelven generosas con los clientes de primera. Negando a los pobres lo necesario, da a los ricos lo superfluo."



Ahhh...la economía, alquímia caníbal.

19 de abril de 2011

Bipartidismo

¿Os habeis fijado alguna vez en como se parece la política bipartidista de izquierdas y derechas al sucio juego psicológico de POLI BUENO-POLI MALO?


"Tecnicas de Negociacion: Policia bueno, policia malo.




Esta es una de las estratagemas más antiguas que podamos recordar, pero, increiblemente, sigue siendo una de las que mejor funciona. Es una especie de 'Timo de la estampita" en versión negociadora. Nunca pasa de moda.Para que sus efectos sean mucho más patentes, se necesita que la otra parte negociadora sea un poco asustadiza e intervenga más de una persona por bando. Esta táctica tiene un poco de representación teatral: En uno de los bandos negociadores, una de las personas adopta el rol de 'duro' adoptando un estilo frío, agresivo y competitivo. El otro hace de bueno, adoptando un tono más cooperativo.Naturalmente, uno siempre preferirá tratar con el bueno, pero se supone que éste tiene las manos atadas por su duro compañero. Quiere ayudarnos, pero no le dejan. Esto hace que nos aproximemos a sus posiciones, pensando que es un mal menor ante las exigencias del ¡agresivo y tenaz' compañero. En este momento, ya habremos caído en la trampa.Aceptaremos la propuesta del blando. Pero realmente hemos cedido. Pues esa propuesta 'blanda' es la que perseguían desde el inicio, pues ámbos compartían los mismos fines...Cómo ya he dicho, los viejos trucos nunca mueren. Podemos prácticar esta táctica viendo películas americanas.
"





Semana Santa



fuente: tintanegra

La visión de Lenin sobre la revolución

Pequeño fragmento de la obra Acerca del infantilismo “izquierdista” y del espíritu pequeño burgués, no hay mucho más que añadir, aparte de "si estos son los revolucionarios yo no quiero ver a los reaccionarios."


“[...]La revolución proletaria victoriosa en Alemania rompería de golpe con extraordinaria facilidad, todo cascaron del imperialismo (hecho por desgracia del mejor acero, por lo que no pueden romperlo los esfuerzos de cualquier…polluelo), haría realidad de modo seguro la victoria del socialismo mundial sin dificultades o con dificultades insignificantes, si se toma, naturalmente a escala de lo “difícil” desde el punto de vista histórico universal y no desde el punto pequeño burgués y de circulo. Mientras la revolución tarde aun en “nacer” en Alemania nuestra tarea consiste en aprender de los alemanes el capitalismo de Estado, e implantarlo con todas las fuerzas en no escatimar métodos dictatoriales para acelerar su implantación mas aun que pedro I acelero la implantación del progreso occidental por la bárbara Rusia, sin reparar en medios bárbaros de lucha contra la barbarie, si entre los anarquistas y los eseristas de izquierda hay hombres (…) capaces de razonar a lo Karelin  de que no es digno de revolucionarios “aprender” del imperialismo alemán, habrá que decirles una cosa: una revolución que tomara en serio a semejantes individuos se hundiría sin falta[...]

17 de abril de 2011

El prójimo, Rafael Barret

Sin el prójimo, no nos daríamos cuenta de todo lo profunda que es nuestra soledad.
La naturaleza nos concede más íntima compañía que nuestros hermanos; es más piadosa con nuestras ilusiones. Nos deja hablar a solas y, a veces, nos devuelve el deseado eco de nuestros gemidos. Quizá por estar tan lejos de nosotros en la muchedumbre de sus formas extrañas, quizá por haber entre nosotros y ella una inmensidad vacía, consiguen nuestros sueños frágiles sostenerse en paz sobre el abismo sereno y puede nuestra sombra alargarse sin obstáculo. Así acompañaba Dios a los padres del yermo, y a Robinson en su isla, y se posaba el genio sobre el aeda de Guernesey. Pero los hombres se tapan unos a otros. Son demasiado semejantes, notas contiguas que disuenan. La sociedad anonada las armonías en germen. Cada cual se siente enterrado vivo por su prójimo.
La teoría de Pitágoras, para las almas geométricas, es un lazo social. Imaginan comunicar con Marte una noche, encendiendo sobre alguna planicie sahárica las líneas de la clásica figura. No es lo difícil comunicar con Marte, sino con el prójimo. Queda la palabra, las pobres palabras manoseadas por todos los siglos, prostituidas a todos los usos, las palabras apagadas y marchitas, las que cualquiera comprende y no son de nadie. Sirven para las almas parches, que porque retumban se figuran que existen. Existir es un secreto. Pensar es amordazarse. ¿Cómo hemos de comunicar lo nuestro, lo que nos distingue? No se comunica sino lo que es común.
Tragedia incomparable la de millones de seres sedientos de imposible, condenados entre sí a estrecharse y desgarrarse sin poseerse nunca. Frutos prisioneros de una cáscara dura como el diamante y opaca como el plomo, sólo por su muerte abierta y rota. No es, el puñal, ganzúa suficiente para la misteriosa puerta. No hay audacia que despegue la máscara del rostro desconocido: juntos los arranca el negro zarpazo final que nos espera. Si no hubiera más que miedo, ira y odio en la comunidad, aún habría esperanza de unirnos al prójimo: inventaríamos el amor y la misericordia. Y no hay esperanza: la piedad insulta; después del delirio que aprieta contra nuestro seno carne tibia y adorada, comprendemos que la barrera está en pie, que nos ha acariciado la esfinge sin cesar de ser esfinge, y que los gestos de la pasión son gestos de rabia. El rayo del amor ilumina la hondura del hueco jamás cruzado. Tristeza de los gritos inútiles, de los aldabonazos sin respuesta, de las ofrendas ajadas en los umbrales del cerrado templo.

En las partes de nuestra estrecha cárcel están pintados el movimiento y la vida; sendas que huyen al horizonte sin fin, y el azul de los mares y de los cielos. En las paredes de nuestro calabozo está pintada la libertad.

Sobre las asambleas

Es una cuestión extendida el pensamiento de que las asambleas son la forma más efectiva de darle voz y voto a todo el mundo sin caer en las dictaduras de las mayorías ( y así lo pienso yo) pero también es una cuestión extendida el hecho de que algunas veces la cosa se va de las manos y se acaba hablando de cualquier cosa menos de la que queriamos hablar inicialmente. Es por ello por lo que os traigo una serie de articulos del ya conocido compañero de alasbarricadas.org Acratusaurio Rex, en ellos razona sobre las diversas actuaciones a evitar en las asambleas y de una manera bastante llamativa nos advierte de sus peligros pero también de sus virtudes, esperamos que os guste!

" Tomemos ejemplo de los buenos asamblearios
En el cajón de los lubricantes genitales tenía la protesta de varios lectores, en torno a la mala fama que doy a las asambleas (1), y que teniendo en cuenta que el anarquismo procura el diálogo entre iguales… bla, bla, bla… Cierto que las asambleas son el signo de la igualdad colectiva y de la autonomía individual y grupal. Cierto también, que en la actualidad gozan de mala fama. Las acusaciones más frecuentes son que suelen ser muy largas, que son escasamente productivas, y que alguien murió en una durante un largo bostezo sin respirar.
 
En ellas aparecen esos egotistas asamblearios, que hablan y hablan y exigen que el mínimo detalle de la urna de incineración de Ferrer sea discutido en asamblea, y se le dan vueltas a los temas de manera que al cabo de dos horas, uno, enloquecido, escucha algo de billetes de avión a Frankfûrt, y ni dios sabe qué carajo es lo que se está discutiendo, y los duros militantes contemplan a través de las vidriosas ventanas de sus ojos, como estos se empañan, se nublan sus entendimientos y una mano de hierro retuerce sus glándulas reproductivas.
 
¿Qué es lo que haría falta para que las reuniones asamblearias fuesen más operativas? Para saberlo, fijémonos bien en quienes mejor las emplean, que son los capitalistas. En sus reuniones de manegament, ricos, plutócratas, cleptócratas y capos mafiosos de ideas avanzadas, han abandonado los arcaicos métodos de dirección tiránica, en la que un jefe determinaba la marcha de la empresa. Ahora leen a los anarquistas…, y aplican los métodos de organización libertaria para ganar dinero. Los capis entienden que sus directivos son un capital, lleno de ideas, y aplicar las de una sola persona sería no invertirlas, cosa que para un capitalista es un pecado[...]"
 
 
 
 

13 de abril de 2011

Compatibilidad linux con portátiles

Hace algún tiempo os hablabamos de las propiedades del software libre y su enorme capacidad para plantar cara a dos enormes de la informática a nivel usuario como son Apple y Microsoft, para haceros la vida un poco más sencilla os dejamos aqui una página donde prodréis comprobar hasta que nivel es compatible vuestro portatil con linux. 
Esperamos os sirva de algo:
http://www.linlap.com/

(Está en inglés pero es perfectamente comprensible)

7 de abril de 2011

[...]Nací como nace el peje
En el fondo de la mar;
Naides me puede quitar
Aquello que Dios me dió—
Lo que al mundo truge yo
Del mundo lo he de llevar.


Mi gloria es vivir tan libre
Como el pájaro del Cielo,
No hago nido en este suelo
Ande hay tanto que sufrir;
Y naides me ha de seguir
Cuando yo remuento el vuelo.


Yo no tengo en el amor
Quien me venga con querellas;
Como esas aves tan bellas
Que saltan de rama en rama—
Yo hago en el trébol mi cama,
Y me cubren las estrellas.


Y sepan cuantos escuchan
De mis penas el relato,
Que nunca peléo ni mato
Sino por necesidá;
Y que a tanta alversidá
Solo me arrojó el mal trato.


Y atiendan la relación
Que hace un gaucho perseguido,
Que padre y marido ha sido
Empeñoso y diligente,
Y sin embargo la gente
Lo tiene por un bandido.[...]

                                                                                                     Martin Fierro, I

5 de abril de 2011

La triste economía

Últimamente he estado un poco ocupado con los estudios por lo que no he podido actualizar todo lo que hubiera querido. Ahora me tomo un pequeño descanso para mostraros un poco la visión de la economía actual sobre cualquier cosa que esté fuera de un despacho:

"Cuando talar un bosque:

Supongamos que la extensión del bosque medida por la cantidad de madera que puede extraerse es una función del tiempo, F(t), que el precio de la madera es constante y que la tasa de crecimiento de los árboles comienza siendo elevada y después disminuye. Si el mercado de madera es competitivo ¿cuándo ha de talarse el bosque para venderla?[...] El momento optimo de la tala del bosque es cuando la tasa de crecimiento es exactamente igual al tipo de interés[...]
el valor de la tala del bosque en el tiempo T es:


VA= F(T)/(1+r)^T     (*)

Y ahi está, la naturaleza al servicio de los inversores, para que luego digan que la economía es bonita de estudiar....




(*)= sacado de un manual de economía utilizado ampliamente por alumnos de 1º y 2º de Economía y ADE.

3 de abril de 2011

Arte y anarquismo

A continuación os dejamos un artículo muy interesante sobre "Anarquismo y arte" y en estrecha relación a ello un documental llamado "Arte y anarquia" realizado por la FAL (Fundación de estudios Libertarios) en 1989.
Esperamos os resulte interesante:

Las bases de la perspectiva anarquista – tanto en términos generales, como en lo específicamente referido a lo artístico – no derivan de un modelo teórico que, una vez establecido por algún “maestro pensador”, quedaron determinados para siempre. Se trata aquí de un cuerpo conceptual dinámico, cuyos creadores y seguidores han rehusado convertir en canon de obligatoria obediencia, pues siendo su esencia la libertad y el cambio mal podría avenirse con ello. Por tal motivo, no es sencillo – y hasta resultaría inaceptable para algunos – pretender enumerar los principios estéticos libertarios, más aún cuando ello significa suponer coincidencias plenas entre posturas ideológicas que han puntualizado sus diferencias tanto en la explicación y valoración del hecho artístico como en otros aspectos (por ejemplo, el Anarcosindicalismo, el Anarquismo Individualista, el Anarquismo Cristiano y el Municipalismo Libertario). No obstante, es posible intentar una presentación que subraye los elementos que unifican a las diversas teorías estéticas libertarias, ámbito donde quizás lo más difícil sea conciliar lo que sostiene el Anarquismo Individualista con lo que afirman las tendencias en pro de lo que cabe llamar el Anarquismo Social. En todo caso, trataré también de exponer los principales puntos de divergencia entre ambas vertientes.
La estética anarquista parte de considerar al arte como expresión indispensable en la vida de los pueblos y los individuos, en tanto se trata de una praxis que fusiona la imaginación con el trabajo – la actividad humana y humanizadora por excelencia -. El arte ha sido y puede ser “trabajo liberado y liberador”, pues en él se evidencia lo mejor de la persona y de los colectivos. Por supuesto, en el Anarcoindividualismo – cuyos representantes en el plano estético han sido principalmente intelectuales de lengua inglesa como William Godwin, Oscar Wilde y Herbert Read – ese carácter liberador del quehacer artístico se asocia en primera instancia con las posibilidades que ofrece para potenciar la individualidad, el ego, frente al adocenamiento castrador que desde el poder se impone a las masas; el artista labora orientándose a su rebelión y liberación personal, aún cuando ello lo convierta, como dice el título del drama de Ibsen que tan bien pinta aspectos claves del credo anarcoindividualista, en “Un Enemigo del Pueblo”. Por su parte, el anarquismo de matiz más social, desde Proudhon y Kropotkin en el siglo XIX hasta Rudolf Rocker y los artistas agitadores del siglo XX, insiste en ligar las posibilidades libertarias del arte a su papel de experiencia esencial para el imaginario y el accionar colectivo. En este sentido, Kropotkin y los pre-rafaelitas ingleses veían en las catedrales medievales una prefiguración de lo que podría alcanzar la creación colectiva liberada; mientras que, en similar tónica, entre los artistas que se ligaron a la actividad de movimientos anarcosindicalistas tan importantes a principios del S. XX como el español, el norteamericano, el búlgaro o el argentino, hubo algunos que jugaron un rol significativo – aún poco estudiado – en el rescate y renacimiento de tradiciones artísticas populares que la modernidad inicialmente rechazó o ignoró.
Punto de coincidencia entre los diversos matices estéticos del pensamiento ácrata es reivindicar el “arte en situación”, el acto creador por encima de la obra en si. Cuando se está en el hacer del arte, se vive en un ámbito de libertad intransferible al producto de esa actividad cuando ella ha concluido; por más satisfactoria que fuese la obra anterior en forma y/o contenido, siempre la de ahora es más importante porque en su creación está presente la supresión de todo lo que separa a arte y vida. El desarrollo de estas ideas lo encontramos ya a mediados del S. XIX en el joven Richard Wagner, amigo y compañero de barricada de Bakunin, y en Proudhon, cuyas propuestas para el impulso de formas artísticas susceptibles de continua re-creación tienen un toque de actualidad, cuando Hakim Bey (seudónimo del norteamericano Peter L. Wilson) dice que el elemento estético en acción del acto de la creación artística es esencial para constituir las “Zonas Temporalmente Autónomas”, única tarea revolucionaria ahora posible.
No es casualidad la crítica que tantos anarquistas han hecho del culto de la “genialidad artística”, que en el mundo moderno se sustenta en el individualismo posesivo burgués, que transforma al arte, su práctica y sus productos en mercancías tasables y transables. En ese culto se expresa dogmatización del gusto, limitación para el desarrollo de nuevas formas de arte y la anulación de posibilidades de creación para la colectividad y el individuo. Pero el poder del Capital no es sino uno de los posibles agentes de opresión y mediatización para el arte; con igual o mayor fuerza pueden subordinarlo a sus intereses otros factores de dominación, en particular el Estado, tópico respecto al cual Kropotkin y Rocker han escrito páginas brillantes, desarrollando la tesis de una relación inversa entre desarrollo artístico pleno y la vigencia de poderes estatales autoritarios en una sociedad.
Para concluir, vale referir las diferencias del enfoque anarquista con la estética marxista ortodoxa, que pueden condensarse en tres aspectos cardinales: 1) La visión del compromiso social del arte y el artista; donde aunque ambas filosofías exigen vincularse a la lucha por la libertad y la igualdad, el Anarquismo enfatiza que éste es también el combate por un arte libre de constricciones internas y externas a él que lo empobrecen y someten, mientras que el Marxismo llama al artista a la lucha más como obligación social. 2) Relaciones entre forma y contenido en el arte; pues para los anarquistas no tiene sentido establecer cánones preceptivos en forma o contenido (como el “realismo socialista”, que la ortodoxia marxista-leninista ha considerado por tanto tiempo como la verdad revelada); la estética libertaria llama a la experimentación (“culto a lo ignoto”, diría André Reszler), sin despreciar jamás lo que hay de vital en la tradición (“culto a lo conocido”). Apuntemos que en este punto no ha dejado de haber entrecruzamientos de una a otra perspectiva, pues hay anarquistas que se han sentido tentados a bosquejar pautas inmanentes al arte revolucionario, mientras que no han faltado marxistas heterodoxos que, citando a Trotsky, han planteado que se debe ser “marxista en política y anarquista en el arte”. 3) Interpretación del fenómeno artístico; ya que aceptando como los marxistas que el arte tiene obvias raíces histórico-sociales, la estética anarquista reivindica la autonomía del proceso creador, pues explicar la actividad artística por un determinismo estrecho – patente inclusive en el propio Marx y en seguidores tan rigurosos como Luckács o los teóricos del marxismo estructuralista – impide potenciar su función innovadora y subversiva, la cual reiteramos que para el Anarquismo está no sólo en el contenido y su significación social, sino también en la forma y en el acto libre de la creación.
HITOS HISTÓRICOS EN LA RELACIÓN ANARQUISMO – ARTE
  • Richard Wagner, Gustave Courbet y el arte revolucionario a mediados del S. XIX
  • Los pre-rafaelitas ingleses (William Morris y John Ruskin)
  • Simbolismo literario y corrientes plásticas Post-Impresionistas en la “Belle Époque” (Mallarmé, Leconte de Lisle, Pissarro, Seurat, Expresionismo alemán, Futurismo italiano)
  • Arte y movimiento anarcosindicalista:
    • el grupo “Arte Social” en Francia
    • los “wobblies” (militantes del sindicato IWW) en EE.UU.
    • los Ateneos Libertarios en la península ibérica
    • los payadores libertarios en el Cono Sur.
  • Dadá (Zurich, 1916: H. Ball, T. Tzara, J. Arp, F. Picabia, K. Schwitters, etc. )
  • El Surrealismo post-II Guerra Mundial (A. Breton, B. Peret, J. Dubuffet, L. Buñuel, etc.)
  • John Cage, A. Rauschenberg, Merce Cunningham y los “happenings” (EE. UU.; años 1940-50)
  • Teatro: Darío Fo, “Living Theatre” (Julian Beck y Judith Malina) y “Bread & Puppet” (Peter Schumann); desde los años 50 hasta hoy
  • Contracultura radical contemporánea: de la década de 1960 al rock y el comix anarquista, la escena punk y la “T.A.Z.” – Zona Temporalmente Autónoma – de Hakim Bey
  • Estética anarquista y arte latinoamericano [rescate y reseña del tema en la obra histórica de Á. Cappelletti]
EXPOSITORES DESTACADOS DE LA TEORÍA ESTÉTICA ANARQUISTA


  • Pierre J. Proudhon: Del principio del arte y su destino social


  • Richard Wagner: El Arte y la Revolución, y La obra de arte del porvenir


  • León Tolstoi: Escritos sobre Arte


  • Oscar Wilde: El alma del hombre bajo el Socialismo


  • Emma Goldman y la revista MOTHER EARTH en Nueva York (EE.UU.; década de 1910)


  • REVISTA BLANCA (Barcelona-España) y diario LA PROTESTA (Buenos Aires-Argentina); década de 1920.


  • Rudolf Rocker: Nacionalismo y Cultura


  • La obra del crítico inglés Herbert Read (1893-1968)

  • André Reszler: La Estética Anarquista


  • En la actualidad: revista A en Italia, ARCHIPIÉLAGO en España, FREEDOM en Inglaterra, OUR GENERATION en Canadá, UTOPÍA en Portugal, COMUNIDAD en Uruguay


  • Fuente: nomadant precipicis





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