6 de enero de 2011

La opresión, el monstruo de las mil cabezas

 Es una tendencia demasiado extendida, pero comprensible, el creer que hay alguna especie de malo malísimo sentado en un trono dorado viendo a través de miles de pantallas como sus malévolos planes van saliendo como esperaba. O que una organización sola o una determinada etnia puede controlar las finanzas y los negocios del mundo para llevarlos a oscuros fines. Esta, si bien, es la respuesta más fácil y la primera en la que podríamos pensar para los problema del mundo es, para mi, la menos realista. Es una visión casi infantil del mundo, es una situación de historieta, el villano contra el resto de los pobres inocentes oprimidos, al cortarle la cabeza muere el mal y sus esbirros, muerto el perro muerta la rabia. Bueno, y si no fuera todo tan fácil?y si la bestia fuera algo más que un malo de viñeta?y si el horror de la injusticia y la opresión no estuviera concentrado en una sola parte o persona?y si no hubiera un epicentro?esto es sin duda mucho más perturbador que la primera opción, es una opción que no nos exonera de la culpa como la primera, el mal está en todas partes, en quienes nos rodean y en nosotros mismos, no tenemos un cabeza de turco a quien culpar, la culpa es nuestra y de quienes nos rodean, por no hacer o por hacer mal. Así lo exponía Cappelletti en su "Anarquismo en América Latina":

"Tanto se ha desarrollado la maquina capitalista de producción que ni los mismos capitalistas lo entienden, y los que lo entienden son impotentes para dominarla y dirigirla[...] 
Los mismos capitalistas, en su sed de especulación y de ganancia, desencadenaron los espíritus y ahora no saben reducirlos a la impotencia; se olvidaron de la palabra mágica y se ha convertido en juguetes de la propia creación.
Algo semejante pasa con el Estado moderno; ha crecido tanto, se ha vuelto tan complicado, sus engranajes son tan fuertes, que el hombre de Estado, que en otros tiempos ha podido dirigirlo, es hoy dirigido, esclavo de la máquina. Esta es hoy maquina y maquinista. 
Por eso no aspiramos nosotros a ocupar en los puestos de combate el lugar de los actuales supuestos dirigentes. No podríamos hacer más que ellos ni diversamente a como ellos hacen, siendo instrumentos dóciles, forzosos, del mecanismo entero, cuya persistencia es incompatible con el derecho de la vida, cercenado en proporciones tan considerables por las consecuencias de la iniquidad económica y política erigida en sistema."

En esta opción no hay un edificio central al que destruir para que se acabe la opresión, esta es la cárcel perfecta, cada uno es recluso y carcelero a la vez. Es por esto que nosotros sabemos que no podemos intentar derrocar al que parezca estar más arriba y esperar que eso solucione las cosas, nosotros, que nos hacíamos llamar libertadores, ahora seriamos carceleros.
Muchas veces he oído, si no hubiera policía...., si mañana desaparecieran....que?que pasaría?nada, no pasaría nada, incluso puede que fuera peor, la gente está educada para que cunda el caos cuando no se les amenaza con el castigo, harían justo lo que están educados para hacer, como cuando un niño de 5 años se queda un rato sin la atención de sus padres. Si la policía desapareciera mañana, puede que salieran otros dispuestos a sustituirles, e incluso puede que le pusieran más saña...  
Este es el  escenario, para liberarnos nosotros y liberar al resto tenemos que hacer hombres, mujeres y niñ@s libres, sino volverá a brotar una y otra vez la semilla de la traición y la opresión. Aunque los marxistas pretendan decirles que cambiar un gobierno por otro traerá la libertad, no es cierto, la libertad no se cede, ni se da, se conquista con cada acto. No es necesario que sean humanos perfectos quienes pueblen el mundo libre, solo humanos que sepan lo que es la justicia, que sepan respetar y colaborar entre si sin la explotación inherente al capitalismo.
Proceso largo y duro, pero no imposible, unos lo llamarán utopía, y a ellos les diremos, es mejor dar un paso a la utopía que permanecer pasivo ante los horrores de nuestra modernidad.




                                                                                                                                               -André F.


2 comentarios:

  1. "Aunque los marxistas pretendan decirles que cambiar un gobierno por otro traerá la libertad, no es cierto, la libertad no se cede, ni se da, se conquista con cada acto."

    Decir "los marxistas" creo que es injusto y poco apropiado. No se quienes son "los marxistas" pero simplificar cualquier pensamiento a esa frase es hacer demagogia!!

    Marina

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  2. Podemos decir marxista como podemos decir liberal o socialdemócrata (eso sí cada uno en su propio ámbito), he elegido marxista por el simple hecho de que (por estos lares) se les da la etiqueta de ser los mayores defensores de la libertad (como hemos podido comprobar con sus últimas campañas)cuando de libertad sus bases teóricas son un poco "oscuras".

    En cuanto a lo de quienes son los marxistas?es fácil, una persona que defiende y promueve en mayor o menor medida el sistema desarrollado por Marx, Engels, Lenin y demás teóricos. Decir que su sistema promueve el cambio de un gobierno por otro "del pueblo" no está tan alejado de la realidad como dices, cierto que es simplificado, pero no tanto como para hacerlo falso.
    Por cierto se que por estas tierras es cuentión normal, pero agradecería que acusaciones tan graves como la de demagogo me las argumentaras mejor que con una frase rápida sin razonamiento o fundamentación alguno, no rehúyo la discución pero si me gusta la discusión razonada.

    Para más información sobre el tema puedes leer la primera parte de La traición de la hoz y el martillo llamada "La teoría".

    http://www.kclibertaria.comyr.com/lpdf/l153.pdf

    Salud. -Andre F.

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